martes, 25 de marzo de 2008

Los perpetradores de actos de terrorismo internacional violan el Derecho Internacional Humanitario


El pasado 9 de marzo el diario El País publicó la nota titulada “Arbour vuelve a la familia” firmada por Soledad Gallego Díaz. Tomaremos una de las tantas imprecisiones de su nota como punto de partida para ejemplificar la visión equivocada con que una parte del periodismo analiza el conflicto en medio oriente, al considerar que el Derecho Internacional humanitario no es obligatorio para los perpetradores de actos de terrorismo internacional.


DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO

El Derecho Internacional Humanitario – DIH- (también llamado Derecho de Gentes, o Derecho de los conflictos armados) es el conjunto de normas internacionales, ya sean tratados, o normas consuetudinarias (“costumbre internacional”) destinadas a resolver los problemas causados directamente por conflictos armados internacionales o no internacionales.
Protege a las personas y a los bienes afectados por un conflicto armado, y limita el derecho de las partes en conflicto a elegir métodos y medios de hacer la guerra. Es decir, en la guerra, no vale todo.

Se aplica en tiempo de conflicto armado internacional o no internacional, haya habido o no declaración de guerra, y aunque una de las partes no haya reconocido el estado de guerra.
Dado que se trata de normativa aplicable en situaciones excepcionales, en el DIH no están permitidas las excepciones a la aplicación de sus disposiciones.
Las normas del DIH las deben cumplir todas las partes en conflicto, sean estados o grupos armados que no sean estados y que combatan contra el estado o contra otro grupo armado.

Ciertamente, el objetivo deliberado de asesinar a la población civil o la utilización de población civil como escudos humanos son, sin lugar a dudas, graves violaciones del Derecho Internacional Humanitario que cometen los terroristas (en el caso de la actual crisis en Medio Oriente, nos referimos a Hamas).

Aquí se evidencia el sesgo de la periodista de la nota: no hay razón para establecer que sólo Israel debe cumplir con la ley: todas las partes en conflicto deben cumplir con el Derecho Internacional Humanitario y todos deben responder por las violaciones graves a esta normativa.

No hay razón para no distinguir entre un ejército que no apunta deliberadamente a civiles, de un grupo armado que lo hace con la intención de matar, justamente, a civiles. La diferencia entre uno y otro accionar desde el punto de vista moral y legal es harto evidente.

Por otra parte, un dato fundamental es que si algún miembro del ejército israelí, cometiera violaciones al DIH, el propio Estado Israelí será el primero en salir a investigar a sus responsables, y en juzgarlos de acuerdo a la legislación internacional y nacional vigente en su territorio, tal y como muchos fallos de las cortes israelíes lo han evidenciado en el pasado.

Si no lo hicieran, seríamos los primeros en criticarlos.

Investigar los hechos, someter a juicio a los responsables y condenar los delitos que se verifiquen es parte integral de la realidad del sistema democrático israelí. Y, por supuesto, las denuncias respecto de que la respuesta israelí a los ataques de Hamas es desproporcionada serán tomadas muy en serio por Israel y serán investigadas a fondo, como corresponde a un Estado de Derecho.
Sin embargo, cuando las violaciones las cometen los miembros de grupos como Hamas que, deliberadamente, eligen dañar y asesinar a la población civil por medio de la comisión de actos terroristas, que encuadran con la definición establecida por Naciones Unidas y la Comunidad Internacional respecto de qué es un acto terrorista, no solamente ningún país establece la jurisdicción universal para su juzgamiento, sino que el Gobierno de Hamas, en lugar de castigar a los violadores, los condecora y los asciende.

Tampoco se sanciona ni se denuncia a quienes utilizan como escudos humanos a los palestinos civiles, mujeres y niños sino que, contrariamente a ello, las autoridades de Hamas estimulan la actuación de la población civil palestina en el conflicto, poniendo en riesgo su vida y su integridad física.

En este sentido, vemos como el ex Ministro de Relaciones Exteriores de Hamas, Mahmoud al-zahar, en el Sunday Telegraph (21 de agosto de 2007), cuando un periodista le preguntó por la estrategia de Hamas de lanzar misiles contra la población civil israelí, explicó que lo hacían de ese modo, porque “[lanzar] Cohetes contra Sderot causarán la migración masiva, trastornarán la vida cotidiana y la administración de gobierno y pueden lograr un impacto mucho mayor sobre el gobierno… Estamos teniendo éxito con los cohetes. No tenemos bajas y el impacto del lado israelí es mucho mayor (léase: la cantidad de muertos y el clima de pánico entre la población civil, es mayor).”

Mientras tanto, periodistas como esta señora, del Diario El País, se dan el lujo de no reprochar estas conductas absolutamente contrarias a las normas del derecho internacional vigentes, sin razones aparentes, sino que además las encubre al referirse a los perpetradores de terrorismo internacional como “militantes” o “milicianos”.

El mensaje debe ser claro: ningún fin religioso, político, ni territorial, puede justificar nunca la utilización de civiles y su matanza deliberada, tal y como pretenden las autoridades y dirigentes de Hamas y como esta periodista parece avalar.

Este accionar debe ser enérgicamente perseguido, investigado y los responsables sometidos a juicio y en su caso, condenados. Se trata de delitos calificados como crímenes de guerra, imprescriptibles y de jurisdicción universal y la Comunidad Internacional toda debería estar al acecho de criminales terroristas de esta clase y el periodismo debería ser severo al referirse a ellos.

Las siguientes preguntas quedan flotando en el aire: ¿Quién juzga moral y legalmente a los perpetradores de actos terroristas? ¿Qué autoridades del pueblo palestino están dispuestas a condenar a quienes cometen crímenes de guerra y/o de lesa humanidad? ¿Quién critica sus actos? ¿Quiénes en la Comunidad Internacional están dispuestos a juzgarlos? ¿Qué periodismo los denuncia?


HUMAN RIGHTS WATCH

En este sentido, nos parece correcto que la reconocida organización de derechos humanos Human Rights Watch haya condenado como una violación del derecho humanitario internacional el uso de escudos humanos por parte de grupos terroristas palestinos que convocan a civiles a reunirse en viviendas que fueron declaradas objetivos militares (por esconderse allí arsenal) por parte de Israel.
En este sentido, en un comunicado de la organización se ha dicho acertadamente, que: "Llamar (como lo hacen las organizaciones terroristas) a civiles palestinos a un lugar que Israel ha identificado y advertido como objetivo de un ataque es como mucho emplear escudos humanos y como poco, fracasar en tomar todas las medidas posibles para proteger a civiles de un ataque. Ambas son violaciones del derecho humanitario internacional". Asimismo, el vocero de la organización indica que las autoridades palestinas deberían impedir estas prácticas en lugar de alentarlas y utilizarlas del modo en que lo hacen, en absoluta violación del derecho internacional humanitario.


AMNESTY INTERNACIONAL

También es útil citar un comunicado de prensa de Amnesty Internacional donde se ha dicho que:
“La campaña de atentados suicidas con explosivos y de ataques deliberados contra civiles israelíes por parte de Hamás y otros grupos armados constituye un crimen contra la humanidad: uno de los delitos más graves contemplados por el derecho internacional. Hamás debe renunciar públicamente a esta política, comprometerse a poner fin a estos ataques y cooperar para llevar ante la justicia a quienes los planean y participan en ellos…”

Más allá de lo que Gallego Diaz, la periodista de El País, dice sobre Louis Arbour en la nota más arriba citada, otras fuentes indican que la Sra. Arbour, Alta Comisionada de Naciones Unidas por los Derechos Humanos -quien recientemente anunció su retiro del cargo por razones familiares- se refiere al conflicto de Israel con las organizaciones terroristas, Hamas y Hezbolah, en un tono equilibrado, diciendo:

“Que atacar deliberadamente a civiles inocentes como lo hacen los terroristas es condenable e inaceptable, del mismo modo que es condenable el bombardeo de puestos militares que traen como consecuencia la inevitable muerte de civiles. El derecho Internacional Humanitario es claro respecto de la suprema obligación de proteger a los civiles durante el curso de las hostilidades…

Por lo que según la propia Arbour, y las normas de derecho internacional vigentes, Israel tiene derecho a defender a su población de los ataques indiscriminados perpetrados por criminales terroristas, que deliberadamente atacan a su población civil, puesto que estos actos se encuentran prohibidos por el derecho vigente.

Israel debe hacerlo, por supuesto, en cumplimiento también de lo establecido por el Derecho Internacional Humanitario y si incumpliera, tanto Israel como el mundo, juzgarán a los responsables.

Pero los terroristas, que no cumplen con las normas ni costumbres básicas de la guerra, como la que indica que las hostilidades se deben llevar adelante evitando el daño a civiles de ambos bandos y haciendo todos los esfuerzos posibles por protegerlos, no son denunciados por dicha periodista y a pesar de que la propia Arbour sí los denuncia, así como lo hacen prestigiosas ONGs, como Amnesty y Human Rights Watch.


CONCLUSION

Necesitamos un periodismo valiente, serio y equilibrado que recuerde a todas las partes en conflicto sus deberes ante las poblaciones civiles, y que deje en claro en cada una de sus intervenciones, que la matanza deliberada de civiles, tanto israelíes como palestinos, está prohibida por el Derecho Internacional Humanitario y que debe ser siempre perseguida y condenada por la Comunidad Internacional.

Por último, para información sobre lo que sucede en los territorios de Gaza y Cisjordania, los invitamos a visitar esta página web.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios a esta nota: